Cantémosle al pueblo, poeta e’ la Rinconada

¡Contrapunto!

Cantémosle al pueblo, poeta e’ la Rinconada
por el Indio Mora, poeta popular de la Frontera.

NOTA DE LA DIRECCION: El Indio Mora, poeta popular de la Frontera, desafía a contrapuntear a Hermógenes Ramírez, poeta popular de la Rinconada de Doñihue.

CUARTETA:

Poeta é La Rinconada
dices que pallas muy bien:
¿Sois gallo o eres pidén
pa tanta cachiporreada?

GLOSA:

Hace tiempo que te escucho
tu levantada de tarro:
¿eres bueno o solo barro,
sacristán o cucurucho?
si te la puedes por ducho
quiero saber, camarada;
dilo, pues, de una plomada
para poder comprender,
quiere el obrero saber
poeta é La Rinconada…

Cántale al pueblo, y las alzas
denúncialas con porfía,
haz ver que la carestía
toda medida rebalsa;
si el pobre zapatos calza,
si la carne vale cien,
si sube el pasaje el tren
hazlo saber sin descanso;
te sugiero en lo que lanzo
dices que pallas muy bien…

Como eres buen pallaor
–según lo dicen tus versos–
te recojo de traverso
la glosa de tu canción;
veamos tu “condición”
que tú alardeas también;
sois sólo pollo o pequén
de Rinconada é Doñihue,
te lo pregunto por Rihue
¿Sois gallo o eres pidén?

Denuncia la explotación,
baja a la tierra, del cielo,
dale a tu canto harto vuelo
contra tan cruel maldición;
¿o no pasas aflicción
como la demás gallada?;
¿o la gente está rentada
mejor por esos contornos?
¿te sobra, tienes pa adornos
pa tanta cachiporreada?…

DESPEDIDA:

Por fin, respuesta “gallito”
te la exijo por tu china;
por la prole y la vecina,
por el sufrimiento grito;
pallar quisiste, te invito
a tu pueblo, que le cantes,
su justo valor exaltes
que posee un manantial,
y se merece un sitial
en que de nada le falte.

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Las predicciones de un gitano para el futuro

Las predicciones de un gitano para el futuro
por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel.

Oigan estas predicciones
que me ha contado un gitano,
que conocí en Talcahuano
cuando andaba de excursiones;
no hay nada en comparaciones
lo que predijo al futuro.
Encendió más que carburo
mi entusiasmo de poeta.
“Ya no andarán en carreta
y a Juan le pondrán Arturo.

Lloverá en cuenta e’granizo,
chancharras, ultes, traquillas,
jaivas, locos, corvinillas,
también ventarrón de erizos;
huracán de queso suizo,
gran tempestá’ e picarones,
longanizas, salchichones,
con sopaipillas y piures,
y habrán de caer muy libres
del cielo, hasta chicharrones.

Para los enamorados,
en sus épocas nupciales,
lloverán chanchos, zorzales,
catas, loros, cocinados;
el tinto y blanco asoleados
y abundancia de alivioles¹,
como machas, caracoles,
caerán con todas ganas,
igual peras y manzanas
y hartas papas con frejoles.

Para los pobres verdejos,
que tantos hay en el mundo,
unos patos moribundos,
también fiambres de conejos
ranas, liebres y cangrejos,
como charqui de caballo,
lentejas, coles, zapallos
y la pescada a destajo.
Como es lluvia’e comistrajo
lloverá hasta pejegallo

DESPEDIDA:

Al final de tantas cosas
que lloverán con deseo,
que magníficos causeos
verán en lluvia asombrosa;
No como la desastrosa
que hoy nos mata a tentaciones.
Se acabará con visiones,
según la idea que llevo,
será cambiar mundos nuevos
por otras generaciones”.

1  Aliviol, analgésico de mucho uso en los 50.

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Por culpa de la inflación

Por culpa de la inflación
por Rosalindo Farías, poeta popular de Graneros

CUARTETA:

Como ánima del panteón
estamos recontra flacos
igual que pito de paco
por falta alimentación.

GLOSA:

Como hoy está de moda
el alzar la mercancía,
nos causa melancolía;
pero no nos incomoda;
Vaya a una fuente de soda,
le causará sensación.
Es culpa de la inflación,
pronto le irán platicando,
y así lo estamos pasando
Como ánima del panteón.

Si no hay alimentación
pa llenar nuestra guatita,
tendrá que pasar llenita
de aire, pa ser guatón;
ellos no están a ración,
hambreadores y bellacos
y a nosotros los retacos
nos dejan hasta sin mosto
y mientras hacen su agosto
estamos re contra flacos.

Del aceite no hay que hablar
como tampoco del té
y en verdá contemple usté
no hay dónde poder comprar;
¿Dónde iremos a parar
si no nos vemos de flacos?
Gastamos hasta los tacos
ya de tanto caminar
y en balde se va a pitiar
igual que pito de paco.

Las tripas son organillo.
Pasan los días tocando
y el estómago aguantando
el hambre, que más sencillo
La mujer y los chiquillos
pa más desesperación,
tan enfermos del pulmón
y se encuentran desnutridos,
por eso estoy afligido,
por falta alimentación.

DESPEDIDA:

Diré en esta despedida
a este señor Presidente;
por el clamor de la gente
debiera tomar medidas.
Nos’ tan quitando la vida
con lo que está sucediendo.
Mal comidos, pareciendo
por no saber gobernar.
Ya no se puede comprar
las cosas que están subiendo.

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Tu

Tu
por Edison Grandón, poeta popular de Concepción

Tus ojos: misterio azul,
quebraron mi corazón;
tu tez: transparente tul,
ha usurpado mi razón.

El ambar de tu sonrisa:
madreperla cuidadosa
es el néctar que suaviza
mi aspiración más golosa.

Tus bucles: suaves capullos
de seda no cultivada,
enmarañan mis arrullos
en el temblor de la nada.

Tu cuello: grácil espiga
por suave brisa agitada
es la paz que mi fatiga
sueña en noches desveladas.

La montaña de tu pecho,
volcán de fecundidad;
naturaleza al acecho
de una feliz realidad.

La suave protuberancia
de tus curvilíneos hombros
es símbolo de arrogancia
que se resume en mi asombro.

La fina sombra del brazo
que tus manitas sujeta,
es el diminuto lazo
que mi fantasía aprieta.

Es la frágil suavidad
de tu vegetal cintura:
pedestal de castidad,
pedúnculo de hermosura.

Tus caderas: geometría
enmarcando mi ilusión,
han reducido en un día
la fuerza de mi tesón.

Tus muslos, que mi ansiedad
adivina primorosos,
paternizan la bondad
de los tiempos caprichosos.

La gracia de tus rodillas
con agilidad de danza,
agita tus pantorrillas
en busca de la esperanza.

De tus pies, los finos dedos
evoco, sucios de mar,
cuando añoro aquel paseo
junto a tu gracia sin par.

Graciosa preciosidad
eres entera adorable
resumen de la bondad
súmmum de amor entrañable

Satisfazme con tan solo
permitir que xxxx1
ponga a tus pies mi tesoro
y mi inspiración de vate.

1  Nuestro impreso está borroso en esta zona.

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Te espero

Te espero
por Luis Polanco, poeta popular de Santiago.

CUARTETA

Un año que tengo un beso
hecho de miel y de guinda,
ven a buscarlo, mi linda,
ante que se ponga viejo.

GLOSA

Princesa de mi pradera,
ensoñación de mi vida,
en mi esperanza florida
eres fulgente quimera;
deseo darte en mi tierra
el sabor de los cerezos,
mi bella flor de embeleso
asómate a mi ventana:
para dártelo mañana…
un año que tengo un beso.

En la ladera del frente
abriendo surco en la breña
corre el agüita risueña
que te miró en la vertiente:
en la aurora transparente
que la mañana nos brinda
viene la magia que nimba
mi amor por ti, con unción,
a darte mi corazón
hecho de miel y de guinda.

Las celdillas del panal
diéronle miel a mi alma,
tu dulce pupila en calma
le dió la luz a mi andar:
cuando me da el palomar
el arruyo que se cimbra
el gorjeo de las cunas,
te acuño oro de lunas:
ven a buscarlo, mi linda.

La alondra se despereza
al oír tu nombre, y canta:
se mece el gozo en la planta
recordando tu terneza;
tiene el jardín más belleza
y es de la alegría espejo,
cuando en el verso te dejo
el mensaje de su flor:
ven a buscarlo, mi amor,
ante que se ponga viejo.

DESPEDIDA

Tengo conectado al viento
el timbre de mi ilusión,
sonará en mi corazón
si me das un pensamiento;
a veces sueño despierto
que tu cariño recojo,
y bebo en tus labios rojos
los efluvios de tu amor,
en medio del resplandor
en que me envuelven tus ojos.

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Renuncia de secretario

Renuncia de secretario
por Hermógenes Ramírez, poeta popular de la Rinconada de Doñihue.

CUARTETA

Pá completar la semana
en que harto trabajaba
la gota gorda sudaba
el domingo en la mañana

GLOSA

El trabajo que tenía
era imposible aguantar,
al fin tuve que aflojar
porque no era alegría,
el trabajar todo el día
acarreando damajuanas
que no era pega liviana
y muy poco descansaba.
El domingo trabajaba
pá completar la semana.

Le aseguro que sufrí
cuando yo era secretario
mi vida era un calvario
y por eso desistí,
un año ocho meses fuí
trabajador sin soldada,
chuicos, cajas acarreaba,
yo no les puedo mentir,
tengo valor de decir
en que harto trabajaba.

El “Gene” es muy deportista
me decía la María,
entonces yo me creía
y hacía una maromita,
ensuciaba la ropita
cuando la cancha arreglaba
aunque yo nunca jugaba,
siempre tenía que hacer
y poniéndome a barrer
la gota gorda sudaba.

Muy pocos habrán pensado
por todo lo que pasé,
muchas veces ni almorzé
porque llegaba cansado;
después de haber trabajado
desde hora bien temprana
como venía sin gana
hasta a veces ni dormía,
y el calorcito que hacía
el domingo en la mañana.

DESPEDIDA

Esto es pa finalizar
ya que bien se lo aclaré
ya de “secre” renuncié
era puro trabajar;
nunca solía jugar
y casi todo lo hacía,
iba a concertar partía
y las cuentas revisaba
y si un trago me tomaba
mi bolsillo respondía.

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Ante un confesionario

Ante un confesionario
por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel.

Padrecito: –me robé,
el mango de una cuchara,
una chaucha con dos caras,
y la mitad de un corsé;
de un peso tan solo un diez,
los corriones de una ojota,
una bacinica rota,
el arco de una tetera,
la tapa a una cafetera,
y el cordón de una pelota.

¿Qué más hijo, habéis robado?
–Me dijo el cura confuso–
Robé un peine ya sin uso,
y la caja de un candado;
robé un tarro desfondado
y el junco de una raqueta,
de un purgante la receta,
el coco de una bombilla,
las cartas de una chiquilla,
la talla de una escopeta.

¡Malo eso!… Pero siga…
termine su confesión.
El fuelle de una acordeón
las hilachas de una liga,
de un pan duro, sólo migas,
y as puntas de un pellejo,
canastos, gangochos viejos
y las alas de un sombrero,
robé un cajón basurero
y las chalas de un verdejo.

Pa mayores tentaciones
también le robé a mi taita
la tira de una alpargata
y toditos los botones;
la paja de los colchones,
las mangas de un chaqueta
un cuello de camiseta,
las cañas ‘e los calcetines,
la cola ’e los volantines
y el varal de una carreta.

DESPEDIDA

Al final en un farra
ya se me pasó la mano,
le levanté a otro paisano
el brazo de una guitarra;
de un botecito, una amarra,
también me la embolsiqué,
y por eso pido a usté
perdón, por tanto pecar.
Cura:  –¡Tendrás que rezar
cien rezos en cuatro pies!

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Se fijó sueldo “mortal”

Se fijó sueldo “mortal”
por el Indio Mora, poeta popular de la Frontera.

GLOSA

Nuevo salario… ¡vital!
fijaron para empleados,
los dejaron desplumados
al designar un “mortal”;
de lo primero no es tal,
pero sí de lo segundo
y con razón iracundos
y sintiéndose estafados,
quedaron los empleados
con sueldo tan tremebundo.

El empleado no podrá
tomar té, café ni leche,
quieren que a la olla l’eche
agua, viento y la mirá;
que en la casa no haya ná
en que sentarse o dormir;
quieren privarle el vivir,
la mujer y los chiquillos,
¡pásenle luego un cuchillo
para que los mate al fin!

Tampoco quieren que tenga
un techo en que cobijarse,
jabón, agua pá bañarse
ni alimento que mantenga;
yo pido que se prevenga
contra tamaña injusticia,
que utilicen la pericia
mejor en otro sentido,
o los dejan convertidos
en huesos con tal caricias.

La carne vale trescientos
ochenta pesos cantores,
no se come y los dolores
aumentan que es un portento;
al ver con qué detrimento
se trata al trabajador
y goza el empleador
al fijar sueldos tan bajos
¡se requiere ser carajo
y no tener corazón!

DESPEDIDA

Al final yo justifico
de la CEPCH la lucha aquella,
puesto que llama a querella
el bajo sueldo que indico;
que afloje lo justo el rico
cual lo pide esta Central,
aumentándose el vital
de dieciocho cuatrocientos,
pues justo mejoramiento
al empleado hay que dar.

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Sentenciando

Sentenciando
por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto.

Del umbral de la caverna
a sólo unos pasos vamos,
de civilizar hablamos
con hambres, dudas y guerras;
con egoísmo que aterra
y preceptos informales,
los gusanos inmorales
de natura, se pelean,
por las basuras que emplean
para engullir o matarse.

Para autocontemplarse
pintó un cuadro de Luzbel
y escribió leyenda de él
para autobiografiarse;
en un tremendo afanarse
y haciendo cien mil locuras
ejecuta mil posturas
con la gravedad del mono;
cómo se ufana en su trono
en Gran Rey de las creaturas.

Que en abierta rebelión
salió Luzbel de los cielos
y sirvió de cancerbero
al Arcángel San Miguel
que luego les dió que hacer
en la terrena disputa
quien tenía la batuta
para el hombre adjudicarse;
el modo de abanicarse
de la voluble viruta.

Nada mi tesis refuta:
si entre dos potencias reales
de fantasmas celestiales
existe la fuerza bruta;
me hace reír, no me asusta
más que del hombre la suerte,
del carrusel de la muerte
jamás ninguno se escapa,
ni hay un mojón, ni una estaca
al deslinde con lo inerte.

Y termino sentenciando
de la cuna cavernaria
a la cama funeraria
todos venimos andando;
y seguiremos bregando
pues la materia no muere,
de este vacuo miserere
alcanzaremos el fin,
y seremos el budín
en el festín de otros seres.

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Por causa de la carestía

Por causa de la carestía
por N. Núñez A., poeta popular de Tricao

Hoy toda cosa se vuela
porque alas le han brotado
nada ya se ha escapado
porque hay retantas gabelas;
las leyes de un tal Videla
nos tienen muy confundidos,
nada de lo prometido
se ha llevado a la acción
y no hay alimentación
para el Verdejo sufrido.

Para el Verdejo sufrido
nada se encuentra barato,
no se pone ni zapatos
y sus pies están heridos;
y se ve más afligido
aumentando su agonía,
pues lo que gana en el día
no le alcanza para nada
y come por cucharada
por causa ‘e la carestía.

Por causa ‘e la carestía
que azota a Chile entero,
con hambre ‘stán los obreros
sufriendo todos los días;
por la gran miserablía
muy poco se come el pan,
quien sabe dónde tendrán
el bizcocho de Verdejo,
porque se encuentra tan lejos
que ya no se acordarán.

¿Qué ya no se acordarán
que el pobre vive en la ruina?
así con tanta pamplina
pronto lo terminarán;
muchos sufriendo ya están
pagando este amargo pato
y no hay comida en el plato
pa levantar la cuchara,
tenemos larga la cara
y antes éramos ñatos.

DESPEDIDA

Al fin si antes éramos ñatos
ahora estamos larguchos,
los dientes como serrucho
los ojos como lagartos;
de ver el tremendo espanto
Verdejo está en este suelo
clavando la vista al cielo
con un sacrificio inmundo
como un ser del otro mundo
sin esperanza y consuelo.

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