Recetario satírico

Recetario satírico
(para Rafael Pérez, de Graneros)
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto.

Tomas revuelo en la estrofa
para cantarle a un fantasma
pues me hizo daño en el alma
tu lira tan dolorosa.
¿No ves lo maravillosa
que es natura, sin retoques?
¡Ay! me obligas la convoque
para que espante tu tedio
y como dulce remedio
sin rebuscar musa y toque.

En la selva el alcornoque,
sobre el alcornoque¹,
en el orbe mil abismos,
para el verso mil enfoques;
Que tu lira no disloque
lo musical de lo bello.
Que la imagen sea el sello
de la pluma creadora,
que igual que el ave canora
no sienta jamás el tedio.

No vengo a darte un consejo
Sólo propongo un remedio
para que mates el tedio:
Deja a tu espíritu el estro
y seguro que perplejo,
verás, cómo lo entretiene
la ola que va y viene,
el planeta por su ruta,
los amores, las disputas,
los que piden, los que tienen.

Te asegura que conviene
no rebuscar la palabra
ni la empinada metáfora.
La palabra escrita tiene
un algo que bien se aviene
a una placa fotográfica:
mientras más fluida, más gráfica
al mostrarnos las imágenes,
pero al salirse de márgenes
nos resulta… pornográfica.

Tienes una lira mágica
en tus soles y tus lunas
¡Baña, pues, en tus lagunas
tu alma tan triste y trágica!
Suéltala que vuelve herrática
por bondades o por males
de las cosas terrenales
y feliz te volverá
a la inmensa realidad
sin un tedio que te amargue.

El planeta al deslizarse
por su comba milenaria,
el sin fin de luminarias
en abismos de mirajes,
los cincuenta mil paisajes
que nos brinda el universo,
el alado fluir del verso
y el gusano que te coma,
Dios del caos o la poma:
son motivos contra el tedio.

1  Error en el impreso

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El traidor de la salud

El traidor de la salud
por Maresool, de Santiago.

Payaso fuera de pista,
comerciante sin comercio;
La carabina de Ambrosio
la tuviste siempre lista.
Si ahora pasas revista
a tu desbandada gente,
verás que por insolente
todos te han abandonado,
y hoy te encuentras más botado
que una colilla indecente.

Con el gremio has traficado
muchas veces lo has vendido
y a fe de ruin, mal nacido,
hasta al Gobierno entregado.
Tú, cobarde has traicionado
la clase trabajadora,
por eso, todos ahora
te repudian y condenan
y en su sentencia encadenan
tu vil conducta traidora.

Traicionaste los partidos
en que audaz has militado
y los has desprestigiado
con estridentes aullidos;
Hoy se hallan arrepentidos
de haber sido tus amigos,
los más grandes enemigos
que has de tener en la vida
y contra tí, en la partida,
serán terribles testigos.

Perseguiste a tus hermanos
de trabajo y sacrificio
vil amarrador de oficio
e instrumento de tiranos
con instintos inhumanos
siervo de latifundista
confeccionaste la lista
con numerosos obreros
que siendo tus compañeros,
tú diste por comunistas.

Cambiando el paso naciste
y aún los pocos que te siguen
–pobres miopes– no consiguen
dejar lo que sugeriste;
Con su candidez hiciste
de las tuyas sin demora
¡Víbora audaz y traidora!
Pero ya, zorro ladino,
se ha cumplido tu destino
y acabó tu cuarto de hora.

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El beso de mi madre

El beso de mi madre
por Rafael Pérez Cabello, poeta popular de Graneros.

Vistiendo tules de azahar
y un manto de eternidad,
viniste en mi soledad
madre mía, a mitigar
mi angustia. Tú al penetrar
a mi cuarto, vacilante.
Yo vi una nube radiante
que a tu sien la aureolaba,
y olor a incienso exhalaba
aquello tan rutilante.

Permaneciste a mi lado
contemplando mi semblante,
que antaño era arrogante
y hoy yace triste y ajado;
Seguramente ha pasado
por tu recuerdo tal vez
madre, ahora en tu vejez
cuando mecías mi cuna,
bañada por luz de luna
en mi primera niñez.

Campanas sus melodías,
tañeron con majestad,
porque era la Navidad
y anunciaban al Mesías;
Aquel momento en que hacías
entrada a mi cuarto oscuro,
yo lo sentí, te aseguro,
cuando enjugabas mi llanto
con tu vaporoso manto
plena de amor santo y puro.

Luego que en los campanarios
cesara el gran repicar,
empezaste tú a rezar
a mi Dios de los Sagrarios;
“Ampara a los solitarios
como a mi hijo doliente”
Tú lo dijiste entre dientes,
pero con santo embeleso
para luego darme un beso
sobre mi afiebrada frente.

Sentí yo un gozo infinito
que inundó todo mi ser,
me hizo a mí estremecer
aquello creí inaudito;
Entonces di un leve grito
para abrazar con unción
la sacrosanta visión
de mi madre idolatrada;
Pero se esfumó en la nada
dentro de mi habitación.

Otra ofrenda de ternura
luego mi ser constató,
cuando en mi frente brotó
una rosa blanca y pura;
Se disipó mi amargura
y toda entera ansiedad
porque aquí en mi soledad
vino mi madre amorosa,
a regalarme una rosa
y un beso en la soledad.

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Para mi amada

Para mi amada
por Rubén Amador Ríos, poeta popular de Santiago.

CUARTETA:

Morena de verdes ojos
como dos uvas maduras,
por tu cimbreante cintura,
estoy muriendo de antojos.

GLOSA:

Adoro en tí una belleza
que invade todo tu ser.
No de tu rostro mujer,
ni tu figura princesa.
Adoro en tí la nobleza
de tu alma sin enojos
que va tras de este despojo
sin esperanza a la vida.
Adoro en tí eso querida
morena de verdes ojos.

Adoro en tí, novia eterna
ese desdén que no llega.
El cariño que le entregas
a mi humanidad enferma.
Adoro en tí esa tierna
mirada, toda dulzura,
que no es piedad, es ternura
que irradian tus ojos verdes
y que los míos la muerden
como dos uvas maduras.

Adoro en tí la traviesa
agilidad de gacela
que más parece que vuela
dejando un halo de tibieza;
De tu constante proeza
la que adorna la finura
de tu cuerpo, la soltura
que me ronda presurosa
cual volar de mariposa
por tu cimbreante cintura.

Adoro en tí la alegría
de tu risa cantarina,
que a todo mi ser reanima
como dulce melodía;
Juega ella con la armonía
y brillantez de tus ojos
–que contrastan con el rojo
de tu boca de cereza–
y que por esa viveza
estoy muriendo de antojos.

DESPEDIDA:

Adoro por fin, amada
tus manos que son preciosas.
Son bellas por hacendosas,
no por su piel nacarada
Se agitan como embrujadas
porque tienen el poder
de expresar todo el saber
que encierra tu pensamiento.
Tú eres culpa de mis tormentos,
porque te adoro, mujer.

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Explotación en el Cajón del Maipo

Explotación en el Cajón del Maipo
por Antonio Villatoro, poeta popular de San José de Maipo

El pueblo les pide coto,
pa la enorme carestía,
que suben ya, sin medía,
la carne, leche y porotos.
Sufriendo está el pobre roto,
la brutal explotación,
y en el campo no hay ración.
Los salarios son de hambre,
y estamos como un alambre,
en todita la nación.

Miles bajan, en montón,
en trencito militar,
y a Puente van a comprar,
porque, aquí en este Cajón,
ya no tienen compasión,
y sin trámites ni boches,
de la montaña a la noche,
nos cobras los nuevos precios,
y nosotros, los muy necios,
pagamos este derroche.

Mineros son explotados,
son también los campesinos,
los salarios son mezquinos,
y los tienen siempre hambreados.
En escuelas no han estado,
pues no pueden asistir,
no tienen con qué vestir,
ni tampoco hay otros medios,
y yo digo: sin remedio,
de hambre se van a morir.

De la línea al terminal,
empieza la zona minera.
Trabajan en la Yesera,
Mercedita y Romeral.
Y a poco más de andar,
encontramos la Vipato,
donde no hay nada barato
que ver en la pulpería,
además, que cada día,
[s]e¹ reciben malos tratos.

DESPEDIDA:

[Al]¹ escribir estas glosas,
de males de mi nación,
me acuerdo, en esta ocasión,
de un crimen, entre otras cosas.
Eran tres vidas preciosas,
que servían en Cantón,
con base en este Cajón,
muriendo electrocutadas,
y en la impunidad dejada,
la cobarde y vil acción.

1  Impreso dañado, suponemos que ese es el texto faltante

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Cuatro décimas para Luis Paredes

Cuatro décimas para Luis Paredes
por Pedro María Tejos, poeta popular porteño

Es primera vez, hermano
que hago un verso dedicado
para decirte apenado
que en él te estrecho la mano;
deseo que estés bien sano
cuando estas décimas leas
pues yo no extraño que seas
mirado por sobre el hombro
de esta sociedá en escombros
surge muy mala ralea.

Que ¿por qué sucede esto?
en eso es bueno pensar
porque es preciso buscar
el agua donde está el tiesto;
el capitalismo es diestro
en torcer los sentimientos
él es quien nos mete adentro
la indiferencia ante el mal
por eso en el hospital
pocos buscaron tu encuentro.

Si fueras rico, tal vez
sucediera de otro modo
tendrías en el recodo
de tu muerte la avidez;
de quienes en esta vez
a tu cama no llegaron
y hasta quienes te negaron
el saludo pasajero;
nadie quiere ir postrero
a donde pesos dejaron.

Hoy que ya está declinando
en tu cuerpo el trance duro
piensa que el mundo futuro
por el que estás trabajado
irá los hombres forjando
un sentimiento mejor,
que no habrá extraño al dolor
del hombre en su caminar
que mejor se ha de expresar
por el prójimo el amor.

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Pensando en el tío

Pensando en el tío
por Chezsán, poeta popular de la Candelaria.

CUARTETA:

Bajó el arcángel Miguel
a estimular la miseria
mamá no pudo con ella
se la llevó el Lucifer.

GLOSA:

Digo que mago y su magia
no surten ningún efecto
así que invoquen los muertos
con sus vagas letanías;
seguirá la carestía
como lo vamos a ver
dicen de que San Gabriel
tiene ya hecho su conjuro
a imponernos más ayunos
bajó el arcángel Miguel.

Santa Chepa y Santa Rosa
la virgen de Pelequén
si a alguna vieron con él
la mentira es novedosa;
una distinción honrosa
por algo bajó a la tierra
también santa Magdalena
lloró pidiendo perdón
llega un nuevo salvador
a estimular la miseria.

No veo buena intención
que engordando esos porcinos
que aumentaron su tocino
vamos a vivir mejor;
si nos dijo el Salvador
que no les diéramos perlas
que se alimenten de yerbas
y hagan buena digestión
siendo tan grande el varón
mamá no puede con ella¹.

Para qué hacerles bajar
y sacrificar los santos
cubriéndose con su manto
el resultado es igual;
si no quieren trabajar,
pero si chupar la miel
el trabajo es para el buey
al que se le llama obrero
con el santo y el dinero
se lo lleva Lucifer².

DESPEDIDA:

Al final tengo una mina
para salir del pantano
terminar con los baquianos
que tienen a Chile en ruina;
este apero me lastima
está tan pesado el fardo
nos va a venir un nuevo Año
y una Pascua que sé yo.
si al tío no le gustó
hagámosle otro regalo.

1 y 2  Hay diferencia con la cuarteta.

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Infancia abandonada

Infancia abandonada
por Victaliano Nova, poeta popular de Santiago.

Espectáculo brutal
hoy en la calle se vé
el niño sigue otra vez
en abandono total:
sigue mendigando el pan
y vestido con andrajos
convertido en espantajo
de miseria repugnante
sin encontrar gobernante
que a este mal le ponga atajo.

Yo pregunto como tantos
¿es posible que estos niños
no tengan pan ni cariño
sólo conozcan el llanto?
¿es justicia que entre tanto
el hijo del cruel burgués
coma y se llena por tres
tiene leche, huevos, carne;
los hijos de roja sangre
no tomen ni un poco e té?

Esto colma la medía
es vergüenza nacional
que lo mismo que animal
sufre el niño esta agonía;
como está la vida hoy día
todo es lamento y pesar
yo me suelo preguntar
¿lo que ayer se prometió
dónde diablos se quedó
eso de infancia cuidar?

Ojalá no fuera un cuento
que aquí se volvió a contar
este mal hay que acabar
pa que cese este tormento;
solucionar este entuerto
no es cosa del otro mundo
expropiar los grandes fundos
hacer la Reforma Agraria
así sin mayor patraña
no habrán niños vagabundos.

DESPEDIDA:

En fin, según mi entender
vender cobre a todo el mundo
reportará pienso al punto
beneficios por doquier;
se podrá yo creo hacer
hogares para los niños
escuelas pal campesino
casas obreras por miles
plazas con juego infantiles
represas, puentes, caminos.

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Presentación

Presentación
por Marcos, poeta popular de Santiago

PRESENTACIÓN:

Soy negro como el carbón
pero blanca tengo el alma
a mí nadie me da alarma,
de temple es mi corazón.

GLOSA:

Yo amo la luz del día
la infinita inspiración
del poeta y su canción
de tenue melancolía;
orgullo ’e la patria mía
más como cantor entiendo
y claramente comprendo
que Neruda es el mejor
para Chile es un honor
que el pueblo está agradeciendo.

La esencia de mis amores
en estos versos no escribo
porque no sé que recibo
le van a dar los lectores;
eso si que, mis señores,
le cantaré a lo sabido
soberbio y enardecido,
pues soy pueblo encadenado
que si ha sido traicionado
nunca se da por vencido.

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Flor marchita

Flor marchita
por Azucena Roja, poetisa popular de Santiago.

El hambre llamó a mi puerta
y ha truncado mi canción.
La fe de mi corazón
va con mi esperanza muerta.

GLOSA:

Tal vez se hayan extrañado
que hace tiempo nada escribo,
tan solo yo lo concibo
que sé lo que me ha pasado.
Perdón al que me ha cantado,
por si hubiera una protesta,
doy las gracias en respuesta
y aquí les voy a contar
diciendo para empezar
el hambre llamó a mi puerta.

Cuando llamó estaba sola
entonando un dulce canto,
mas éste se trocó en llanto
y marchitó mi corola;
mis ojos pintan aureolas
de llorar mi situación,
tengo seco el corazón
desde que un ”pulpo” ese día
me arrastró a la cesantía
y ha truncado mi canción.

Desde aquel día fatal
mi tez se tornó morena,
color que le dió la pena
******¹ impidiera cantar;
no se puede una alegrar
ante tal preocupación
el hambre es una razón
demasiado poderosa
y ha hecho oscilar quejosa
la fe de mi corazón.

Mi morada es un jardín
en una zona sin agua,
y el hambre es como una fragua
que le abrasa con mal fin;
con un toque de clarín
llamó a mi puerta entreabierta,
dentro quedaba una incierta
promesa en la que creí,
la que al marcharse de aquí
va con mi esperanza muerta.

DESPEDIDA:

Y aquí va mi despedida
repudiando a las promesas
que enagenan las cabezas
de las masas oprimidas;
se han tornado envilecidas
y van en contra del pobre,
sin importarles ni cobre
a aquellos que en un vil acto
han vendido con un pacto
la vida de nuestros hombres.

1  Nuestro ejemplar está roto en esta zona.

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