Versos por el temporal
Así fué el temporal
por Azucena Roja, poetisa popular de Santiago
CUARTETA:
Que empezó el martes dieciocho
jamás lo podré olvidar,
por querer algo salvar
casi me lleva el Mapocho.
GLOSA:
De cuando empezó a llover
no dormíamos tranquilos,
la vida estaba en un hilo
y no hallábamos qué hacer;
esa noche fui a comer
sólo un plato de morocho,
salí a mirar el Mapocho
que traía la más crecida
con toda el agua caída
que empezó el martes dieciocho.
De pronto a mi rededor,
entre la lluvia y el viento,
sentí gritos y lamentos
que me llenó de pavor;
corrí al bajo y el horror
me llegó a paralizar,
tan veloz fué el inundar
y el agua en ir arrasando
que lo que hoy estoy contando
jamás lo podré olvidar.
Al rancho fui presurosa
sin tiempo ya que perder
creyendo que iba a poder
salvar algo de mis cosas;
bajo la lluvia copiosa
que confundía el llorar,
peligrando el resbalar,
con el agua a las canillas
y a vece hasta las rodillas
por querer algo salvar.
El agua iba ya arrasando
con los ranchos y las cosas,
habría sido mi fosa
y no estaría contando;
porque al salir arrancando
un zapato que no abrocho
se me enrendó en un gangocho
y me caí, mas no sé,
me dijeron, sí, después:
¡Casi la lleva el Mapocho!
DESPEDIDA
Al final sólo ha quedado
miseria y el sentimiento
de que todo este tormento
bien pudo ser evitado;
si casas ya hubieran dado
los que van a discursiar,
esos que van a engañar
prometiendo al pobre roto
la casa a cambio del voto,
que luego ha de lamentar.