Amor y poesía
(Por Rafael Martínez Navia)
El aura fresca y sutil
embalsama la pradera
y trina el ave parlera
en florido mes de abril;
la flor adorna el pensil
al prado, límpida fuente,
y une su voz al torrente
al dulce cantar del río…
y yo sin tu amor, bien mío,
suspirando amargamente!
El iris se transparenta
en la gota de rocío
y en las mañanas de estío
sus colores los aumenta;
así en mi pecho acrecienta
el fuego germinador
con que me abrasa tú amor
a todas horas del día
y tú no das, vida mía
un remedio a mi dolor!
Es la reina del pensil
la rosa por su prestancia
sólo resume fragancia
en las mañanas de abril;
cimbra su talla gentil
de lánguidas perlas llena
descuella noble y serena
de tanto bien que atesora
celosa del que la adora
porque mira a la azucena.
El árbol presta su sombra
a canoras avecillas
y cantan las pastorcillas
poniendo flores de alfombra;
el fresco aroma allí sobra
de los silvestres hinojos,
y no se sienten sonrojos
en aquella selva amena,
porque falta mi morena
con sus celestiales ojos.