Amanecer campero
Por Luis Polanco, poeta popular de Santiago
CUARTETA
Una mañana de abril
la aurora estaba naciendo;
en llamas de oro y jazmín¹
GLOSA:
parecía estar ardiendo.
Suave, para las pupilas
como vertiente durmiendo
o como ensueño de lilas
que el céfiro está naciendo,
así está el cielo sonriendo
al duraznal y al jardín
al caserón y al perfil
de la parra y la ladera
y al buey y a la carretera
una mañana de abril.²
Alegre el agua, saltando
entre arena y peñascal
va sin saber, arrastrando
voces de auroras al mar
en la canción de cristal
la noche se va muriendo
en la tierra floreciendo
está el naranjo, el peumal
para este bello aclarar
la aurora estaba naciendo
Por el torcido camino
que se tiende en la pradera
con su cántaro y su niño
baja al corral la lechera;
el alba, su compañera
que siempre la vio partir
que vio correr su gemir
a través de la enramada
se despliega en la llamada
en llamas de oro y jazmín.
El bosque de manta verde
y el cerro de pecho gris
se tienden al viento alegre
y al sol que les da el matiz
es tan divino el desliz
de ilusión que va ascendiendo
hacia el cielo reluciendo
desde el trigal y la flor
que como canto de amor
parecía estar ardiendo.
Se hizo campaña el suspiro
en los jardines llaneros
La madreselva y el lirio
despiertan bajo el alero
cantó su diana el jilguero
repicaron las campanas,
el viento de la mañana
salió a bailar en la era
se levantó la pollera
de la selvilla serrana.
1 Faltó la última línea de la cuarteta: parecía estar ardiendo.
2 La décima tiene 11 líneas.