A un gran patriota
por Azucena Roja, poetisa popular de Santiago.
Hoy mi verso popular
lo dedico con amor,
al que fué todo valor
y combatiente ejemplar.
Con esto yo quiero honrar
de Fonseca su memoria,
y esta acción recordatoria
del gran líder nacional,
es una luz celestial
que nos trae honor y gloria.
No puede causar olvido
la pérdida irreparable
del que fuera irremplazable
timonel de su Partido,
camarada tan querido,
todo un ejemplo de amor,
incansable luchador
por el bien del proletario
modesto y humanitario
ejemplo de gran valor.
Ricardo Fonseca vive;
vive en cada corazón.
Palpamos con emoción
cómo nuestra alma recibe
el mensaje que describe
esa ruta que nos guía
el camino que el quería,
como una senda de flores,
para aliviar los rigores
de la fiera burguesía.
Vivimos para marchar
por la ruta de su ejemplo
consagremos pues un templo
donde él siempre deba estar.
Vivamos para luchar
en la forma decidida,
con que él entregó su vida
para aliviar el calvario
del humilde proletario
que tuvo su fé perdida.
DESPEDIDA
Ya debo finalizar,
cuando quería seguir,
para poder yo decir
mucho más de mi pensar.
Hasta aquí voy a dejar
lo que abarcó mi expresión
dictado con emoción
al recordar al patriota
que dió la más alta nota
con su noble corazón.