A los esposos Rosenberg mártires de la paz
por Ricardo González, poeta popular de Viña del Mar
Salí esa noche un momento
pa ver correrse una estrella
pero las vi a todas ellas
temblando en el firmamento;
al cabo’ ‘e corto suspenso
todas negras se pusieron
luego rojas se volvieron
seguro que jué ilusión
era grande mi emoción:
temblando siempre siguieron
La Paz halla muy herida
por el crimen alevoso
que cometieron rabiosos
perros de casta podrida;
sienten su causa perdida
traficantes guerreristas
con sus métodos fascistas
tratan de sobrevivir
ya no pueden resistir
el avance pacifista.
Al no entregar sus conciencias
los esposos Rosenberg
al mundo lo hicieron ver
la verdad de su inocencia;
el mundo pidió clemencia
pero siempre la negaron
y sus dos hijos quedaron
sin el cariño paterno,
tendrán un recuerdo eterno
de quienes los victimaron.
Combatientes de la Paz
¡Honor a los Rosenberg!
que no tengamos que ver
crimen igual nunca más
no se levanten jamás
los traficantes de guerra
y sus máquinas que encierran
la muerte y desolación
transformemos en canción
de la Paz sobre la tierra.