A los campos de Linares
por Alejandro, poeta popular de Santiago.
CUARTETA:
A los campos de Linares
con amor he de cantar
que siempre he de recordar
porque ellos fueron mis lares.
GLOSA:
Hay un lugar que en mi mente
lo llevo siempre grabado
porque en él yo fui criado
y me marché adolescente;
bebí en sus tranquilas fuentes
que ocultan los quilantares
gozoso oí los trinares
de sus mozas al cantar
yo jamás podré olvidar
a los campos de Linares
Vagaba por los potreros
las tardes de los domingos
o montado en algún pingo
cruzábamos los esteros;
si se perdía un ternero
ansioso lo iba a campiar
hasta llegarlo a encontrar
y llevarlo junto al piño:
a mis recuerdos de niño
con amor he de cantar.
Los caminos galopando
bajo una umbrosa alameda
allí mi recuerdo queda
pues siempre viví soñando;
que por ello estoy cantando
a los montes y al zarzal
junto al sol que al alumbrar
anunciando un nuevo día
se tornan en poesía
que siempre he de recordar.
Sus esteros van regando
los pastales y sembrados
a lo lejos el ganado
los vaqueros van arriando;
y un campesino que arando
entona dulces cantares
olvidando sus penares
junto al aire, campo y sol
por eso vibro de amor
porque ellos fueron mis lares.
DESPEDIDA:
En fin, para terminar
en Linares todo es bello
las mozas lanzan destellos
cuando miran al pasar
más debo aquí de agregar
que le falta al campesino
ser dueño de su destino
y d’esa tierra feraz
para que nunca jamás
lo boten pa los caminos.