A la memoria de los esposos Rosenberg
por José Riel, poeta popular de Tiltil
CUARTETA
Viendo la paz florecer
murieron asesinados
esos esposos amados
Ethel y Julius Rosenberg.
GLOSA
El pueblo lanzó un clamor
y de rabia se mordió
cuando al mundo se esparció
el crimen lleno de horror;
de un gobierno sin honor
que nos hizo estremecer
al ver allí perecer
dos esposos muy queridos
que trabajaban unidos
viendo la paz florecer.
Fueron muertos sin piedad,
asesinados por fieras
que por sus planes de guerra
matan nomás por crueldad;
terminará su maldad,
se acabarán sus reinados,
Rosenberg fueron honrados
el pueblo los vengará,
que al combatir por la Paz
murieron asesinados.
No laten sus corazones,
sus cuerpos no están presentes;
mas ellos no están ausentes,
van a nuestras reuniones;
ellos nos dan sus lecciones
tanto al civil y al soldado
cómo la Paz triunfado
con sacrificio fecundo,
irradian de luz el mundo
esos esposos amados.
Hoy honramos su memoria
trabajando sin cesar
para la guerra evitar
y la Paz brille con gloria;
ellos irán en la historia
que la Paz hará nacer
y que el tiempo hará crecer
agigantando sus nombres,
de esa mujer y de ese hombre:
Ethel y Julius Rosenberg.
DESPEDIDA:
Aquí debo terminar
este homenaje postrero
del corazón de un obrero
para el mártir sin igual
y a la mujer ideal
que murieron inmolados.
Dejan dos hijos amados
que tenemos que cuidar,
por la Paz hay que luchar
para que sean salvados.