A la España libre y soberana

A la España libre y soberana
Por Nicomedes Coronado, poeta popular costino.

Aguerridos capitanes
venidos desde la Iberia
trajeron a nuestra tierra
los romances y cantares;
de labios de los juglares
estos versos aprendieron
y por ellos conocieron
la vieja sabiduría,
tesoro en ellos había
de los tiempos que se fueron.

Los que en Chile ya nacieron
los oyeron desde niños
y a su vez a sus chiquillos
también se los transmitieron;
y los romances siguieron
vivos en tierra lejana
‘taba prendida la llama
de amor por la poesía
que ya nunca moriría
en esta tierra araucana.

Pronto el chileno compuso
también sus propios romances
a medida de su alcance
y para su propio uso;
en su verso ya no puso
a un rey como personaje
ni hubo princesas ni pajes
sino un señor principal
un hacendado feudal
con mando sobre el peonaje.

Y guardando en la memoria
los versos que él componía
y los de España bravía
siguió este vate sin gloria
y lo registra la historia
que cuando a Chile llegó
Menéndez Pidal halló
en nuestro pueblo chileno,
viejos romances iberos
que en la España no encontró.

DESPEDIDA

Por fin, para terminar
en este día hei querio
hacer este verso mío
en décima popular;
con él vengo a saludar
a la España y a sus hijos
a ustedes mi voz dirijo
con cariño y con amor;
¡les augura este cantor
días de gran regocijo!

Volver